Alejandro Neme

Pokémon Go: ¿una puerta al futuro?

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"No me lo reproche, Andrée, no me lo reproche. De cuando en cuando me ocurre vomitar un conejito. No es razón para no vivir en cualquier casa, no es razón para que uno tenga que avergonzarse y estar aislado y andar callándose".  Carta a una señorita en París – Julio Cortázar.

Pikachu

Nada cambia


Recuerdo que a los 11 años esperaba la llegada de Pokémon a las pantallas Argentinas con una mezcla de fascinación, miedo y vergüenza. Fascinación porque la temática de capturar animales para evolucionarlos era un avance natural del Tamagotchi que usábamos en el recreo de la escuela. Miedo porque los noticieros y periódicos informaban con notas color Pikachu solo para alimentar el pánico de amas de casa. Y vergüenza porque, según los estándares de mis pares preadolescentes (quienes reafirmaban su adultez expresando su odio hacia la rata amarilla), ya era grande para Pokémon. 

Con Pokémon Go la situación es exactamente la misma pero elevada a la décima potencia. Dieciocho años después, la fascinación dio lugar a una histeria colectiva por atraparlos a todos. Hay unos pocos que juegan sin decirle a nadie por vergüenza al qué dirán. Muchos se sienten con la necesidad de reafirmar su adultez despotricando contra el juego. Y los medios de comunicación siguen levantando su estandarte amarillo sin analizar por qué el juego es un fenómeno mundial.

Pasado


Pokémon se emitió por primera vez en Latinoamérica en 1998. Aunque había nacido como videojuego dos años antes, la marca cobró notoriedad pública por un suceso infame. El 16 de diciembre del 97 un capítulo del animé le provocó ataques epilépticos a 700 niños nipones. La noticia escandalizó a los informativos del planeta. Sí, hablaban de la “fiebre amarilla” que infectaba al país del sol naciente y que producía sus primeros síntomas en costas estadounidenses, pero su foco nunca era el juego sino el riesgo de epilepsia.

simpsons
Por supuesto, ¡el suceso tuvo su parodia en Los Simpsons!

El juego de rol original desarrollado por Nintendo salió para Game Boy en dos formatos: Pokémon Red y Pokémon Green. Si bien el objetivo final de ambos es capturar a todos los monstruos, hay algunos que son exclusivos de cada versión. Ambos generaron furor. Quizá su éxito en Japón fue por el poco espacio en los grandes centros urbanos, con la consecuente dificultad para tener una mascota. Al igual que su contemporáneo Tamagotchi, Pokémon respondía a esa falta.

pokemon japon


Pokémon, entonces, "soluciona" la carencia mascotil. Y lo hace mejor que el tamagotchi por varias razones. La primera es que responde a un deseo básico del ser humano que heredamos de nuestros antepasados de las cavernas: la recolección. El juego presenta como objetivo final capturar a 150 animales. De hecho, esta meta se hace explicita ya desde el eslogan estadounidense Gotta catch’em all. Pero a su vez responde a otra necesidad básica, que es la de progresar y crecer. Los pokemones son seres dinámicos que evolucionan, mejorando sus propiedades de combate. Asimismo, el jugador también sube de nivel como entrenador a medida que los recoge. En tercer lugar, los juegos están enmarcados en una historia que, aunque sencilla, siempre es un fuerte mecanismo motivacional.




Un año después de la salida del juego empieza a emitirse la serie que vimos todos los millenials en nuestra infancia. La historia del animé sigue la narrativa del juego. Un entrenador novato, Ash Ketchum, recorre ciudades, hace amigos y se enfrenta a villanos siempre acompañado de su fiel Pikachu. Con la salida de los juegos y de la serie en los Estados Unidos se inicia la “fiebre amarilla” en occidente, capturando el corazón de millones de niños, incluidos los latinoamericanos.

Presente


pokemon go

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Pokémon cumple en el 2016 su vigésimo aniversario y lo celebra con una nueva fiebre mundial. A menos que la burbuja explote en nuestras caras, el juego marca un antes y un después en el modo de relacionarnos con la tecnología.

Pokémon Go emula al RPG original transformando nuestra ciudad en mapas interactivos que esconden pokemones. Nosotros somos los héroes. Nuestro objetivo: atraparlos, evolucionarlos y convertirnos en grandes entrenadores. Los Pocket Monsters, que aparecen al azar en el mapa, solo se pueden capturar con pokebolas. Para obtenerlas debemos ir a pokeparadas, donde también conseguimos otros ítems. Entre esos ítems hay inciensos y cebos. Los primeros solo nos sirven a nosotros para atraer a monstruos en nuestro andar; los segundos tienen un uso colectivo ya que sirven para que una parada atraiga a pokemones raros. Claro está, los ítems se pueden comprar con dinero real desde la misma aplicación. En la ciudad hay además pokegimnasios que podemos dominar en nombre de un clan.

pokeparadas
Las pokeparadas rodeadas de flores: son los cebos que atraen pokemones.

Pokémon Go sobresale por la utilización de la realidad aumentada como mecánica lúdica activa. En teoría, los pokemones viven escondidos dentro de nuestro mundo. Para capturarlos necesitamos nuestros teléfonos móviles para interactuar con la ciudad. Debemos encontrar lugares pintorescos que ofician de paradas para recolectar ítems. Y cuando aparecen los "bichitos", tenemos que capturarlos con pokebolas.

El maldito se me escapó.

Pokémon Go tuvo aceptación abrumadora. Aquí resumo algunas de las razones:

a) Utiliza por primera vez una tecnología novedosa: la realidad aumentada;
b) El juego presenta una estructura lúdica sólida que impulsa a seguir jugando;
c) Está orientado tanto a fanáticos de la saga como a jugadores casuales;
d) Tiene un importante factor social porque obliga al gamer a salir de su casa;
e) Promueve las caminatas;
f) Al ser una licencia con 20 años de historia el factor nostalgia le pega fuerte a varias generaciones.

La respuesta hacia el juego fue tan positiva que superó a Tinder, Facebook y Twitter en número de usuarios. Le ganó al Porno y a Candy CrushEnloqueció a miles de personas alrededor del globo. Generó actos violentos. Produjo odios encarnizados y disputas online.
Docentes utilizaron la mecánica de atrapar pokemones para enseñar en sus clases. Los medios masivos, que no suelen hablar de juegos, volvieron a ponerse la remera de Pikachu con notas falsas.
Generó 200 millones de dólares desde su salida y factura por día entre 10 y 20 millones.
En el mundo de la mercadotecnia se habla de pokemarketing (la utilización de los cebos para atraer clientes) y muchos negocios físicos que tienen una pokeparada cerca vieron un aumento en sus ventas. Hasta estuvo en boca de presidentes latinoamericanos que se preocupan más por un juego que por su país.

Futuro


augmented reality


Imaginar el futuro es difícil porque la historia está repleta de predicciones ridículas que jamás se concretaron. Sin embargo, los cambios tecnológicos actuales avanzan a una velocidad exponencial al mismo tiempo que nosotros seguimos con miopía de pensamiento lineal. Por poner un ejemplo: ¿imaginan un mundo sin smartphones? ¿Recuerdan la vida sin la Internet? Apenas pasaron 20 años desde el inicio masivo de la red de redes. Los que nacimos en la intersección entre lo analógico y lo digital sí tenemos memoria de la vida en blanco y negro. Pero los que nacieron con una PC bajo el brazo no conciben un mundo diferente. No lo vivieron. Para los niños recién nacidos o los que cursan la primaria, el mundo real es el de Pokémon Go

Para pensar el futuro hay que analizar lo que ocurrió hace unos años, ver lo que sucede ahora e imaginarnos 15 años en el futuro. Pokémon Go es la primera aplicación en la historia moderna que masifica la realidad aumentada, permitiéndonos combinar el mundo real y el virtual con nuestros celulares.  Aunque es verdad que podría ser una moda pasajera tal como el sensor de movimientos de Wii o la cámara Kinect de XBOX,  no podemos negar el éxito rotundo de Pokémon Go. Tal éxito demuestra un interés genuino de las masas por la RA.

kinect fail
Sí: con Kinect nos quisieron vender esto como la nueva forma de entretenimiento.


Como toda tecnología emergente, los inicios no son maravillosos. Los mecanismos de interacción del juego son repetitivos y plomizos; tirar pokebolas y capturar a nuestros amiguitos virtuales puede ser frustrante; y  la batería del celular muere al poco rato. Pero si comparamos la primera internet del 96 o los primeros teléfonos inteligentes con la tecnología actual, podemos ver una evolución sustancial. ¿Y si pasa lo mismo con la Realidad aumentada? El siguiente video puede ser una ventana al futuro de la tecnología.





En agosto de 2016 Microsoft sacó a la venta HoloLens, una gafas que funcionan de manera muy similar a Pokémon Go. Ya sea para aprender anatomía, diseñar motocicletas o viajar al antiguo Egipto y aprender historia “in situ”, HoloLens promete traer la RA a la comodidad del hogar . HoloLens crea hologramas con los cuales podemos interactuar.

Hasta el momento son muy caras (¡3000 dólares!) y aparatosas. Es muy probable que muchas otras compañías se sumen para obtener una tajada de la torta que hoy se lleva Pokémon, ya sea creando sus propios dispositivos o creando software para HoloLens. Por mes se lanzan 20 mil aplicaciones para celulares. Si llegara a ocurrir lo mismo, apenas podemos vislumbrar el tipo de apps que podrían salir para HoloLens.

Tratemos: imaginen la revolución en la educación si podemos estudiar la corteza terrestre viendo imágenes 3D hiperrealistas. Imaginen el efecto que podría tener en ingenieros, diseñadores y arquitectos si pueden usar la realidad aumentada para “ver” sus obras y corregirlas en el momento. Pensemos en nuevas formas de ver películas de terror, de animación o incluso pornográficas.  Si la realidad aumentada genera tanto revuelo como causa Pokémon Go, ¿podría modificar nuestro modo de interactuar con la realidad? Tal vez el tráiler que hypeó a millones de personas nos muestre las expectativas que tenemos por esta tecnología:


Pero más allá de la fascinación inicial, también nos vemos obligados a ser proactivos. Toda tecnología tiene su lado oscuro. Nos guste o no, tanto celular como internet cambiaron por completo las interacciones sociales, al punto que es casi un meme de internet que la gente no se junta más a tomar un café. Un mundo en el que todos prefieren a sus amigos virtuales por sobre los reales es digno de una obra de literatura distópica. Una tecnología tan revolucionaria podría incluso reconfigurar nuestras conexiones cerebrales (para bien o para mal) y hacernos perder noción de la diferencia entre lo real y lo virtual. ¿Cómo sería un mundo en el que ya nadie quiera vivir la realidad real por aburrida? Si las empresas comienzan a capitalizar el éxito de un simple juego, podrían abrir la ventana a un nuevo mundo que desdibuja la frontera de lo virtual y lo real, configurando dos nuevas realidades: la realidad real y la realidad aumentada.


¿El futuro de la humanidad?

Todo cambia


Mientras pensamos nostálgicos en un pasado que se fue, con ansiedad en un futuro que no llega y con asombro ante un presente que nos pega una cachetada todos los días, perdemos de vista los grandes cambios que suceden delante de nuestros ojos.

Hace dos semanas salió Pokémon Go en la Argentina. Todos los que tenemos acceso a internet o a un noticiero esperábamos el juego con una mezcla de fascinación y miedo. Fascinación porque la temática de capturar animales en la realidad y evolucionarlos era un avance obvio del juego virtual. Miedo porque los noticieros y periódicos informaban con notas color Pikachu solo para alimentar el pánico de amas de casa. Pero hoy pocos tienen vergüenza: todos (niños, adolescentes, adultos) hablan del tema, forman grupos para salir a capturar monstruos o ven youtube para informarse o indignarse. Ya nadie es ajeno a los cambios. Ya nadie es demasiado grande para Pokémon. 

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